martes, 16 de junio de 2015

La Ética Gerencial
Por Jesús Figueroa


Revisando el texto publicado en la materia, destacan los siguientes puntos “El estudio de las obligaciones morales o del discernimiento entre el bien y el mal”,  “La ética se convierte en un vehículo para transformar los valores en actos o en hacer lo correcto”  “…los ejecutivos triunfadores consideran los valores como instrumentos para incrementar la competencia…” lo cual puede ser aplicado a cualquier grupo social, organización o departamento.

La ética en las organizaciones se expresa a través de un código ético expuesto por la directiva de la empresa, en donde se exponen los valores que deben seguir los empleados sin importar su cargo o área de desempeño y que en algunos casos su incumplimiento es penalizado dentro de la organización, adicionalmente a esto es importante acotar que cada persona trae consigo un conjunto de principios éticos que se construyen desde la infancia y que se evidencian con la conducta de cada individuo, afectando positiva o negativamente su desempeño en el ámbito personal y laboral. Cuando el individuo logra desarrollarse profesionalmente se le presenta el conocimiento para fortalecer y reflejar estos valores dentro de su ámbito laboral.

La ética es un pilar fundamental dentro de las organizaciones ya que puede ser un elemento diferenciador en el mercado o por el contrario su motivo de declive, ya que afecta la percepción de los clientes ante el producto o servicio que se presta, su calidad y atención. El reconocimiento y prestigio de la organización van de la mano con los valores éticos que trasmite en sus acciones, productos y servicios. El manejo del negocio, la administración, el uso de las finanzas, su presencia ante los problemas sociales son algunos de los puntos en donde se evidencian la ética y valores de la organización y su gerencia.

Dentro de la lectura, destacan cuatro alternativas de ética empresarial:

(1) Hacer bien el bien: cuando se aplique correctamente los valores éticos de forma transparente.
(2)  Hacer bien el mal: cuando no se aplica la ética completamente, pero se efectúa de manera tan pulcra que prácticamente es imposible descubrirla, por ejemplo cuando se soborna a un funcionario.
(3) Hacer mal el bien: quien a pesar de actuar con valores de igual forma es penalizado, por ejemplo cuando se pagan todos los impuestos e igualmente es multado
(4) Hacer mal el mal: quien no aplica la ética en sus acciones y es descubierto.


Otro punto de interés en la documentación del módulo, es lo referente a las trampas éticas, en donde se puede mencionar las siguientes frases:

§    Solo por esta vez. Nunca más.
§    No me van a descubrir. Esto no lo sabe nadie y es disimulado.
§    En donde estés haz lo que ves. Todos hacen lo mismo
§    La empresa me protegerá. No les conviene un escándalo
§    La acción no es ilegal. No está penalizado por las normas
§    Dios sabe que no podía hacer otra cosa. Mi necesidad es grande
§    Estaré tranquilo con mi conciencia. Esto lo tenía que hacer.

La ética y el manejo de la moral se traducen en acciones que realizan las personas y organizaciones según los valores en que se rigen. Cuando combinamos las cuatro alternativas de la ética empresarial con las trampas éticas, entonces encontramos una doble moral en algunas de las alternativas presentadas, siendo las más éticas aquellas en donde podemos definir claramente las acciones del bien, y dejamos a un lado las que van en contra de los valores éticos.

Los gerentes dentro de la organización deben ser un ejemplo entre sus compañeros de trabajo, colegas y personas a cargo, ya que sin el ejemplo no pudieran pedir un comportamiento ético y moral dentro de la organización.


El manejo del negocio, de las finanzas y del código ético en las organizaciones son las principales vertientes de la ética empresarial, ya que los estos valores se verán reflejados tanto internamente con los empleados, socios y personal aliado, como externamente con los clientes, proveedores y competidores. 

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